Si algo tiene claro Zidane tras la pretemporada del Real Madrid es que el equipo blanco debe renovarse en todos los sentidos para volver a su mejor nivel. De ahí los cambios y las distintas apuestas del técnico francés.
Zidane apostó ante la Roma por el mismo dibujo que se llevó la victoria de Austria ante el RB Salzburg. Dos carrileros ofensivos -Carvajal y Marcelo-, con tres centrales que podrían ser los que inauguren la Liga por la lesión de Ramos (Nacho, Militao y Varane).
La idea en Austria le salió bien, solo por el hecho de no recibir ningún tanto, algo que no había conseguido hacer en toda la pretemporada, en la que el Madrid ha terminado recibiendo multitud de ellos.
La baja de Sergio Ramos obliga, además, a otorgar protagonismo a aquellos que, en principio iban a tener menos, como es el caso de Militao y Nacho. El Madrid pierde presencia ofensiva con los tres centrales, pero gana estabilidad defensiva.
Y a los laterales parece sentarles bien la idea de Zidane, ya que les permite tener mayor libertad en ataque. Así lo demostró Marcelo en el 0-1, cuando se internó en el área y anotó el tanto gracias a la asistencia de Modric.
En este dibujo se antoja más importante todavía la figura de Casemiro, pues cuando el Madrid sale en la presión, el brasileño es el primero que dirige esa línea del centro del campo que permite al equipo no descomponerse.
La duda erradica ya en si el entrenador blanco hará la misma apuesta en el estreno en Liga, frente al Celta de Vigo. La competición comienza y es el momento de llevar al escenario principal las probaturas realizadas durante estas semanas.
En la portería, menos dudas. Zidane ha querido acabar de un plumazo con el debate volviendo a alinear a Courtois. Keylor Navas deberá esperar su oportunidad, que podría llegar en la Copa del Rey.