De los 22 partidos que ha disputado esta temporada, sólo en 10 ha formado parte del once inicial. Una falta de regularidad que no ha impedido a Olivier Giroud (34) firmar el mejor promedio goleador -¡con diferencia!- de su carrera. No en vano, el delantero del Chelsea registra 0,99 goles por 90 minutos de juego.
Lo más cerca que estuvo el campeón del mundo de semejantes cifras fue en la temporada 2016-17 (0.80); la última como jugador del Arsenal. También entonces, con cuatro años menos a sus espaldas, jugó menos de la mitad de los partidos (29) como titular (11). Un hecho peculiar, cuando menos.
Aunque el galo ha llegado a contribuir al 52,9% de los goles de su equipo -concretamente, del Montpellier en la 2010-11-, nunca había estado cerca de semejante contribución ofensiva. De hecho, 'sólo' ha participado en el 23,4% de los goles del Chelsea este curso, lo que añade aun más mérito a este hito.
Desde que Thomas Tuchel tomase las riendas del equipo londinense, el internacional francés, veterano incombustible, sólo ha jugado 4 de los 8 partidos que ha dirigido el ex del Paris Saint-Germain hasta la fecha; ninguno de ellos completo. 295 minutos en los que ha logrado marcar 2 de los 11 goles que acumula esta temporada.
Cuesta asimilar que, en apenas 1.001 minutos de juego, Olivier Giroud, que alzó la Copa del Mundo en 2018 jugando los 7 partidos del torneo y sin marcar un solo tanto, lleve un ritmo de casi un gol por encuentro completo que disputa, más aun cuando comparte vestuario con Timo Werner, con 0,4 goles por 90 minutos como 'blue'.
El alemán acumula 2.551 minutos en la 2020-21; un 154% más que el francés. Síntoma inequívoco de dos cosas, principalmente: que el ex del RB Leipzig no está cumpliendo, ni mucho menos, las expectativas y que la mejor versión de Olivier Giroud se presenta casi siempre en pequeñas dosis de genialidad. Al menos, de cara a puerta.