El colegiado inglés sacudió el mundo del fútbol al confesar lo que no pocos, rojiblancos o no, ya sabían: el gol de Ramos en Milán fue en fuera de juego. Lo sorprendente llega al echar un vistazo a sus declaraciones tras la final.
El diario 'Mundo Deportivo' ha tirado de hemeroteca y se ha encontrado con unas declaraciones de Mark Clattenburg realizadas a finales de 2016, tras recibir el premio al mejor árbitro del año en los Globe Soccer Awards.
Allí, Clattenburg explicó cómo vive un árbitro el tener que lidiar con una final de esa importancia, el segundo derbi entre rivales antagónicos en apenas tres años. "Siempre hay nervios antes de un gran partido", empezó diciendo el inglés.
"Es un gran honor ser seleccionado para una final y hay una presión global por la audiencia que va a verlo. Es importante no cometer ningún error y muchos árbitros dirían lo mismo que yo: cuando el partido ha acabado y el arbitro no ha influido en el resultado es una gran satisfacción", añadió.
Esas declaraciones, vistas en perspectiva tras el bombazo soltado a la prensa británica estos días, demuestran un discurso vacío, pues aseguró que al descanso del partido tanto él como sus asistentes sabían que el gol de Ramos había sido ilegal.
También fue cuestionado acerca del VAR, un sistema que ya entonces empezaba a querer implantarse en el mundo del fútbol. "Muchos árbitros piensan, y estamos de acuerdo, que el sistema, que esperamos hace años, nos ayudará con los hechos", afirmó.
"Obviamente cometemos errores en muchos partidos, yo cometo errores, y cuando los hacemos me gustaría poder revisarlos y ver que no has influido en el resultado del partido", continuó diciendo el inglés.
"Cuando es una opinión, y hay muchas opiniones en el fútbol, no pasa nada; pero cuando es un hecho, si el balón ha traspasado o no la línea, es un córner incorrecto o un penalti incorrecto, como árbitros queremos estar seguros de la decisión que tomamos", dijo, para finalizar.
De sus palabras, estas y las concedidas al 'Daily Mail' puede deducirse que sin duda Clattenburg, de haber estado asistido por el VAR hace cuatro años, hubiera anulado el gol de Ramos, con el cual el Madrid se puso por delante en el marcador en aquella final, la cual acabó resolviéndose por penaltis.