El Leganés perdió la categoría durante la noche del domingo. Su empate no fue suficiente para sobrepasar al Celta, que hizo lo mismo. Pero un triunfo sí le hubiese dado la salvación a un Leganés que reclamó y reclamó un penalti en los últimos instantes.
En la salida de un córner botado en banda izquierda, el balón pasó las primeras líneas de remate y golpeó en el brazo de Jovic, que pasaba por allí y ni siquiera estaba mirando la pelota.
El esférico tocó en el brazo, de ahí que los futbolistas del Leganés pidieran entonces una y otra vez un penalti que se revisó en la sala VOR pero que no llegó a más.
Desde allí estimaron que era una acción involuntaria, por lo que no mandaron a Cuadra Fernández, árbitro principal del duelo, a verlo en el televisor.
Un penalti que, de haber sido sancionado y transformado, hubiese dejado al Leganés en Primera División. Hay polémica para rato...