Ser un '9' y hacer de '10' no debe ser fácil. Ser, desde niño, un fiel amante del gol y tener que ceder a tu chica al ligón de la clase, tampoco. Pero el francés siempre supo conservar y adaptarse al rol que le dejaba CR7, el hombre de los 45-50 tantos por año.
La ausencia del '7' ha obligado a Benzema a volver a sus orígenes. Sus cualidades y virtudes no se pueden borrar. Que no sea un 'killer' al uso ni viva exclusivamente del área no debía ser oposición para que aumentase sus ratios anotadores. Y así lo está haciendo.
Karim, el nuevo, acumula cuatro tantos tras tres jornadas de Liga disputadas. El pasado curso, cuando se perdiera un mes de competición por lesión, su cuarta diana llegó en la jornada 25. Poco más que añadir.
Los números no mienten. Estos dicen que el delantero blanco firmó 12 goles oficiales y 12 asistencias en 47 partidos. En total, 3.235 minutos que, repartidos entre sus 'chicharros', da una media de una diana cada 269,5 minutos. O lo que es lo mismo, casi tres partidos completos para festejar.
A sabiendas de lo prematuro de la fecha, sus cifras actuales difieren notablemente de las anteriores. En cuatro encuentros oficiales, Benzema ha visto puerta en cinco ocasiones. La media anuncia que, de seguir así, marcará un gol cada 72 minutos. Diferencia abismal.
Acabó el sábado, tras el partido ante el Leganés y su doblete, como 'Pichichi' en solitario de LaLiga. Solo la brutal respuesta de Messi le ha obligado a hacerle sitio al argentino, al que incluso le quiere discutir algún que otro récord.
Es cierto que, de momento, no ha repartido ninguna asistencia. Si es una consecuencia o una casualidad, el tiempo lo dirá, pero Karim debe prescindir de ciertos hábitos para sacrificarse por el equipo. Más presencia, más olfato y, en definitiva, más acierto. Ese debe ser el Karim I d.C. Y, hasta ahora, es el que está siendo.
1 de septiembre de 2018