Acabó una semana perfecta para el Barcelona y lo hizo con la guinda en el pastel. Un partido que comenzó como una fiesta y en el que los azulgranas se lo pasaron el grande.
Difícilmente olvidará esta semana Leo Messi. El argentino decidió con un golazo un partido complicadísimo en el Wanda Metropolitano y, en siete días, recibió su sexto Balón de Oro y lo celebró con los suyos en casa en un partido para enmarcar.
El astro comenzó el encuentro con el chute de energía de Mateo, Thiago y Antonella, que le acompañaron en los festejos previos y se notó. Los primeros 45 minutos del Barcelona fueron de lo mejor que se ha visto esta temporada en el fútbol europeo.
El Barça hizo cuatro goles, pero pudieron ser seis o siete a nada que los 'culés' hubieran estado algo más acertados. También Manolo Reina puso de su parte para evitar una goleada mayor con un par de paradas de mérito en el primer acto y una exhibición tras el descanso.
De la fiesta al susto
Valverde y los suyos se tomaron el partido como una buena juerga y priorizaron la diversión a la goleada. Y hasta el Mallorca, sin querer, participó en la celebración. Los bermellones estuvieron muy tibios en la presión y el Barcelona jugó a placer. Fue el choque en el que más veces y mejor combinaron Messi, Suárez y Griezmann, cuya asociación crece a cada semana fuera y dentro del terreno de juego.
El galo comenzó enchufado y enseguida puso en ventaja al Barça. Su gol llegó después de una nueva asistencia de Ter Stegen, que ya lleva más que varios fichajes de cientos de millones de euros. El Mallorca se durmió tras rematar mal un saque de esquina y el resto lo hicieron la picardía del meta alemán y la calidad del ex del Atlético. Griezmann corrió solo desde el medio del campo y no tembló a la hora de picar por encima de Reina.
La rapidez con la que llegó el primer tanto no frenó al Barça, que multiplicó el trabajo de Reina en sendas acciones de Rakitic y Busquets. El meta balear, muy acertado, no podría hacer nada para evitar el 2-0, una de las clásicas obras de arte de Messi.
Circuló desde la derecha hacia el centro Leo y, sin oposición, se sacó un obús a la escuadra de Manolo Reina. El tanto con el que plantilla y grada, en plena comunión, celebraron el sexto Balón de Oro del argentino.
El Barça tenía ocasiones de todos los colores. El palo evitó el 3-0 de Suárez y también Manolo Reina siguió con su recital de paradas.
Pero quien iba a ver puerta iba a ser el Mallorca. Encontró Salva Sevilla a Ante Budimir y el croata tuvo toda la fortuna que le faltó en otros campos. Chutó cruzado, rozó en Lenglet y sorprendió a Ter Stegen.
Lección tres: no enfadar a Messi
El tanto de la isla en ataque de Vicente Moreno metía en el partido de manera increíble a los visitantes, que podían dar gracias de no estar encajando una goleada espectacular, pero la ilusión no duró demasiado. Y no duró mucho porque Vicente Moreno se enzarzó en una discusión absurda con Leo Messi junto a la línea de cal. Y ya se sabe lo que pasa cuando picas al más grande.
Leo no tardó en arreglar el lío con un gol marca de la casa. Idéntico al que sentenció al Atlético en el Wanda, que festejó con la misma rabia. Por extraño que parezca, no fue lo más increíble de la primera mitad. Con el tiempo casi cumplido, De Jong encontró a Suárez, que opositó al 'Puskas' 2020 con un taconazo espectacular que se convirtió en una vaselina para Manolo Reina.
El 4-1 convirtió la segunda parte en intrascendente. El Barça levantó un poco el pie del acelerador, aunque su relajación no se tradujo en tranquilidad para Manolo Reina. El meta se tuvo que multiplicar durante todo el segundo acto para evitar una goleada escandalosa de los azulgranas. Y es que el conjunto de Valverde tiró ¡18 veces! a portería en el partido.
La falta de tensión de los azulgranas, que transformaron el choque en un entrenamiento, provocó el 4-2 del Mallorca, de nuevo anotado por un guerrillero Budimir en un lunar de Ter Stegen. Como en la primera parte, como en lo que va de temporada, como viene haciendo desde hace más de una década, la incertidumbre duró hasta que quiso Messi.
El argentino amarró el enésimo balón para su museo con su tercer tanto, que volvió a poner de manifiesto que ha sido y sigue siendo el mejor. Superó a Manolo Reina por el único hueco posible -de nuevo la escuadra- y permitió al Barça relajarse de cara a los dos choques más importantes de lo que queda de año, la visita a Anoeta y el 'Clásico' del Camp Nou. El broche perfecto a una semana inmejorable.