Después de todo el lío generado con Messi y una posible salida, el Barça firmó la primera victoria de la 'era Koeman' en el amistoso disputado frente al Nàstic (3-1), un partido en el que lució el tridente de los 400 millones.
Dembélé, Griezmann y Coutinho se mostraron muy activos y fueron los encargados de poner la firma a los goles. Los tres aprovecharon la primera oportunidad que tuvieron para responder a las críticas.
De momento, ninguno de ellos ha sido capaz de hacer olvidar a Neymar. El cuadro azulgrana se gastó una buena suma de dinero para intentar olvidar al brasileño, algo que todavía no ha conseguido.
Ousmane, cuya operación ya va por 125 millones (105 + 20), jugó la primera parte y apenas tardó cinco minutos en marcar. El francés aprovechó un rechace dentro del área para superar a Wilfred con la pierna derecha. Al atacante se le vio enchufado y queriendo ser protagonista tras estar 290 días sin jugar por culpa de una lesión muscular.
Por su parte, Griezmann, que se convirtió en 'culé' por 120 millones, también disputó los primeros 45 minutos y transformó un penalti en el 17'. El 'Principito' se encargó de lanzar una pena máxima tras un agarrón a Piqué y batió con suma tranquilidad al cancerbero rival. Gran gesto de Messi al cedérselo.
Y ya por último, Coutinho, que hace apenas un mes marcó un doblete al Barça con la camiseta del Bayern, volvió a enfundarse la elástica azulgrana y lo hizo con gol incluido. El brasileño, el jugador de los 160 millones, jugó la segunda mitad y tomó la responsabilidad a la hora de chutar otro penalti. Y lo hizo con serenidad, cierta 'paradinha' y engaño final al meta.
Recordemos que esto es solo un mero amistoso y que habrá que verlos cuando arranque la temporada. De momento, los tres respondieron en busca de una oportunidad.