El Barça logró alcanzar los cuartos de final de la Champions por 13ª ocasión consecutiva tras superar por 3-1 al Nápoles en el duelo de vuelta de su eliminatoria de octavos en el Camp Nou.
La gran estrella del encuentro fue, una vez más, un Lionel Messi que anotó un tanto, provocó un penalti y vio cómo el colegiado le quitaba otra diana por una supuesta mano. Toda una exhibición del '10'.
Aunque la felicidad por el pase embriagaba al cuadro azulgrana y su afición, el choque terminó con cierto aire de preocupación, ya que el de Rosario acabó tocado el choque tras la patada que le propinó Koulibaly al final de la primera parte.
La dura entrada hizo saltar las alarmas, aunque el argentino pudo continuar sobre el césped. Pese a ello, tras el encuentro, toda la entidad azulgrana ha podido respirar tranquila, ya que las últimas informaciones han descartado totalmente cualquier problema serio.
Según señala 'Marca', Messi no tiene ningún tipo de lesión y simplemente presenta un fuerte golpe en el pie izquierdo, el cual tiene inflamado. Por lo tanto, el astro estará en perfecto estado para afrontar el próximo viernes ese gran reto que supone el choque de cuartos de final frente al Bayern de Múnich.