Era su jugada maestra. Aquella que sus detractores decían que era la única que sabía hacer. Tenía un repertorio mayor, pero por alguna razón, eso de alcanzar la esquina del área, quebrar hacia dentro y chutar con la zurda le salía una y otra vez.
Se ha retirado uno de los mejores extremos a pierna cambiada que ha habido en los últimos tiempos. Un futbolista tocado por una varita mágica pero que, como Aquiles, tenía una gran debilidad.
Arjen Robben no se ha retirado siendo el mejor del mundo por haber coincidido en el tiempo con Messi y Cristiano, pero también por su preocupante tendencia a lesionarse.
Su fragilidad le llevó a ser el paradigma del 'futbolista de cristal', y en el imaginario popular quedó grabado que fue en el Madrid donde peor lo pasó a este respecto, pero su historial de ausencias continuó en el Bayern.
¿A dónde hubiera llegado Robben si las lesiones le hubieran respetado? En el verano de 2007 el Real Madrid se lo compró al Chelsea por 35 millones. Tres años antes los 'blues' habían pagado 18 al PSV por este prometedor jugador, que por aquel entonces tenía 20 años.
Al Madrid llegó con 23, listo para dar el paso de calidad que de él se esperaba. Pero su paso por el club blanco fue gris. "Bienvendido", le llamaron cuando se fue al Bayern de Múnich, por diez millones menos de los pagados dos temporadas antes por él.
Y en Múnich eclosionó. Las lesiones, aunque fueron frecuentes en la década que pasó en Alemania, le respetaron, y le permitieron seguir siendo importante en el equipo aún bien entrada la treintena.
Se retira Robben con una vitrina de trofeos a rebosar. Ganó dos Premier con el Chelsea, además de una FA Cup, dos EFL Cups y dos Community Shields. Con el Madrid ganó una Liga en su debut y la Supercopa de España a comienzos de su segunda temporada.
Pero en el Bayern tocó la gloria: ocho Bundesligas, cinco DFB Pokal, cinco Supercopas alemanas, una Champions, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes. También fue MVP del Bayern y de la Bundesliga en la 2009-10 y del año 2010.
Y, por supuesto, tampoco hay que olvidar la Eredivisie ganada con el PSV en 2003, así como las Supercopas holandesas de 2003 y 2004. Si algo se echa en falta son éxitos con su selección.
Y es que Holanda es su otro talón de Aquiles. ¡Qué distinta hubiera sido su carrera si aquel 11 de julio de 2010, en el mano a mano con Iker Casillas, su tiro no hubiera tocado en el pie del 'Santo'!
Pero sus éxitos con Holanda se limitan a ese subcampeonato mundial en Sudáfrica 2010. En la Eurocopa de 2004, su primer gran torneo internacional, se quedó en semifinales.
Portugal volvió a cruzarse en su camino en Alemania 2006, eliminando a Holanda en octavos. En Austria-Suiza 2008, Rusia le apeó en cuartos, un partido en el que ni siquiera jugó.
En la Eurocopa de 2012 Holanda fracasó y no pasó de la fase de grupos, pero en Brasil 2016 Robben comandó a la 'Oranje' a un meritorio tercer puesto. Pero ahí comenzó la crisis, y el combinado neerlandés no se clasificó ni para Francia 2016 ni para Rusia 2018.
Robben dejó la Selección en octubre de 2017, tras confirmarse el fracaso rumbo a Rusia. Se centró los casi dos años más de carrera que le quedaban en el Bayern, y ahora, el 4 de julio de 2019, este mago holandés, al que odias u amas, ha colgado las botas.