Un hombre con una misión

El Racing de Santander no juega en Primera División desde 2012. Más de una década lejos no solo de la élite, sino del fútbol profesional por la caída de un escudo de tal leyenda a Segunda B -Primera RFEF más adelante-, es demasiado tiempo. La misión de los cántabros de cara a este jueves por la noche es dar el primer paso para restablecer el escudo en la categoría de oro y uno de los probables actores principales de este desafío es Róber González.
El canterano del Real Betis, una vez maduró en Sevilla, añadió a la Unión Deportiva Las Palmas y al Deportivo Alavés a su currículum. Sus estadías en los dos primeros niveles del fútbol patrio subrayaron su nombre en los informes de los ojeadores del NEC Nijmegen, que pagó 1.2 millones de euros a las arcas del Benito Villamarín y le comprometieron hasta 2027. El apretón de manos se produjo bajo una opción de compra que, a su vez, integraba otra de recompra.
Él mismo se lo contó a esta app, a BeSoccer, en una entrevista concedida poco después de ayudar a su proyecto a alcanzar la final de la Copa de Países Bajos contra todo pronóstico. En el escenario definitivo, el Feyenoord de Arne Slot, ahora bautizado como maestro en Anfield, se llevó el trofeo. En el presente, el polivalente extremo de Mérida vive con un 'chip' muy diferente gracias a que ha vuelto a España.
Curiosamente, la primera mitad de la temporada no le estaba siendo esquiva a nivel de protagonismo. Había salido al campo en 19 ocasiones, 14 de ellas de inicio, entre Eredivisie y KNVB Beker. Cuando iba camino de batir su mejor marca de presencia en onces de inicio, los despachos de El Sardinero le convencieron de que se uniera a una misión para la que se presenta como candidato firme a escuchar el pitido de comienzo.
Desde que aterrizó en Cantabria, ha sido convocado 18 veces y solo se ha quedado con las ganas de pisar la hierba en una. Cuando ha interactuado con el verde, ha experimentado una suerte de periodo bifocal que encapsula el intermedio. Inició como una pieza inamovible, insistió cuando era relegado a un segundo plano y, en la actualidad, acumula tres citas consecutivas como una de las primeras opciones de José Alberto.
Aunque estuvo más exigido en el marco de la polivalencia en Países Bajos, arroja estadísticas avanzadas que explican la confianza que su entrenador deposita en él, sobre todo en lo reciente. Contra el Eldense, gozó de un éxito del 100% en sus pases en el último tercio, el mismo porcentaje que en sus envíos en largo frente al Granada. En líneas generales, presume de un 85% de tino en sus asociaciones en campo rival y, aunque se centre en lo ofensivo, se las ha apañado para acuñar un 59% de victorias en duelos y 1.5 recuperaciones por partido.
La plenitud de entendimiento con el compañero que vistió su actuación ante los 'jabatos' se comprende mejor a sabiendas de que ya cuenta con otros dos 'play offs' a sus espaldas. En 2022, cayó en las semifinales frente al Tenerife cuando militaba en Las Palmas. En 2023, sí que celebró no solo superar esta pantalla ante el Eibar cuando jugaba para el Alavés, sino que ascendió frente al Levante con participación en la ida de la final.