Luis Suárez se fue irritado del Barcelona porque se veía perfectamente para competir. Y ahí está, en pleno mes de enero, como máximo anotador de LaLiga y disfrutando del liderato con el Atlético de Madrid. Además, últimamente con el rol de jugador decisivo. Y claro, con Diego Simeone mediante, hablar de casualidad es muy osado, ProFootballDB ha hecho la radiografía del charrúa y descarta cualquier explicación azarosa: lo ha sublimado como su '9' total.
El delantero uruguayo, al que el paso por Ajax y Barcelona le enseñó a ser un jugador más dinámico pese a su fama de rematador y claro perfil de delantero centro, está dejando un lado todo lo que son los extras de un ariete. Está siendo el tipo que necesita su equipo para definir los partidos.
Ahí queda el dato de sus últimos goles: dio el triunfo ante el Alavés sobre la bocina (1-2), anotó el único gol contra el Getafe (1-0) y firmó los primeros dos tantos de la victoria contra el Elche (3-1). Así que los últimos nueve puntos han llevado su rúbrica.
Para empezar, su primer mérito es haber mantenido el listón que llevaba el año pasado a estas alturas: por entonces, diez tantos y dos asistencias; en la actualidad, solo un gol menos y mismos pases. Huelga decir que tiene más importancia con este Atlético que con aquel Barça.
Pero las principales diferencias las muestra el estudio de su rendimiento si lo comparamos con el año pasado o su media de las últimas campañas. Se aprecia claramente en el gráfico que está por encima de su bagaje goleador y que se mantiene en su tónica de pérdidas de balón. En el resto de conceptos anda por debajo de su promedio. Es decir, está siendo un jugador menos completo, pero diferencial en las artes que definen a un goleador importante. De hecho, dos de los factores en los que ha bajado, oportunidades generadas y tiros, refuerzan otra cualidad: la puntería y estar preparado para cuando le llegada el momento de desnivelar la balanza.
Y es ahí donde entra el buen hacer de Diego Simeone, que ha sabido enchufarlo pronto a la dinámica de lo que quiere cada de temporada de sus delanteros. Incluso Diego Costa aceleró su salida sabedor de que los galones de Luis Suárez iban a dejarlo en segundo plano, pese a que en sus últimos precedentes demostraron entenderse bien.
De hecho, basta echar un rápido vistazo a su perfil del curso pasado, con picos de rendimiento más alto sobre la media en varios conceptos del juego. Por ejemplo, chutaba más y marcaba menos, pero lo compensaba dando bastantes asistencias y siendo más participativo en el juego (pases progresivos y pases verticales). El lamento de Leo Messi con su pérdida iba más allá del adiós a un amigo, claro está.