Un Karim 2.0: sus mapas de calor y la dependencia de su juego

Las vidas de Karim Benzema y Cristiano Ronaldo han vivido entrelazadas desde el desembarco de ambos al mismo tiempo en el Real Madrid. Con la marcha del luso del conjunto 'merengue', hay una clave en la revolución goleadora del francés y esa es la necesidad. Sin más. Los blancos llevaban buscando un sucesor desde 2018, primero se quiso que fuese Gareth Bale sin éxito y después se intentó con Eden Hazard, pero ninguno alcanzó las expectativas. Ninguno cumplió con un mínimo de 20 goles, con una producción complementaria al galo, y eso convirtió a este en el único faro del Santiago Bernabéu. Era ponerse a la altura o morir en el intento. Y tiró del carro como pocos.
Benzema pasó de sus escuetos 12 goles en la temporada 2017-18 a hacer 30 en la 2018-19. En el año de la 14ª Copa de Europa, el delantero fue el tercer máximo anotador del equipo tras Cristiano (44) y Bale (21) y estuvo por delante de Marco Asensio (11). Con esa misma cantidad, el año de Lopetegui, Solari y Zidane habría sido el segundo artillero a solo dos tantos de Bale (14) y con uno más que Sergio Ramos (11). Al siguiente, en la 2019-20, el central fue el único junto a Karim que superó la decena entre todas las competiciones. Y en la 2020-21, tan solo el delantero consiguió entrar en dobles dígitos, una situación inédita en las plantillas del Real Madrid del siglo XXI. Casemiro y Asensio, con 7, fueron los segundos principales artilleros de aquel equipo minimizado en ataque.
De hecho, el conjunto blanco pasó de promediar 2.39 goles a su favor por partido en el último año de Cristiano a 1.89 sin él. Una tendencia que siguió en las dos temporadas siguientes con 1.94 en la 19-20 y 1.69 en la 19-20, el registro más bajo del club en este siglo. Entretanto, el lionés seguía fabricando sus mejores cifras en años. Un aumento en dependencia palpable en que Karim Benzema ha marcado el 30.47% de los goles de su equipo desde que se marchó CR7 y hasta la fecha de elaboración de este informe. 135 de los 443 tantos del Real Madrid tienen la rúbrica del delantero, que saca casi un centenar de tantos de distancia al segundo máximo anotador del equipo en estos cuatro años y tres meses: Vinicius Jr. 43 lleva el brasileño, el 9.71% del total, de los cuales 29 han sido a partir de la 2021-22. Este ‘top’ 10 lo completan: Marco Asensio (29, 6.55%), Sergio Ramos (28, 6.32%), Rodrygo (22, 4.97%), Luka Modric (20, 4.51%), Gareth Bale (18, 4.06%), Casemiro (17, 3.84%), Lucas Vázquez (14, 3.13%) y Toni Kroos (13, 2.93%).
Si extrapolamos los datos a delanteros importantes de Europa (80 o más de ELO) desde 2018, Benzema también asoma la cabeza. El madridista es el noveno con mayor porcentaje de los goles de su equipo en los partidos que ha jugado. En este caso, el francés lleva 135 de 402, el 33.58%. Lo mismo que un Joselu indispensable para Alavés o Espanyol, y superado por otras fieras del área como Kylian Mbappé (33.82%), Ciro Immobile (36.75%), Iago Aspas (36.98%), Robert Lewandowski (37.59%), Cristiano Ronaldo (38.37%), Aleksandar Mitrovic (38.63%) o, cómo no, Erling Haaland. El noruego ha embocado 139 de los 359 tantos anotados por sus clubes cuando estuvo sobre el campo. Molde, Salzburgo, Borussia Dortmund y ahora Manchester City alumbran al ‘9’ más voraz del momento.
En continuación a este dato, Karim fue el quinto en impacto para su equipo entre todos los partidos oficiales jugados por él. De los 108 goles que marcó el Real Madrid 2021-22 con el capitán sobre el campo, 44 fueron suyos (40.74%). Su relevancia solo se compara a las de Cristiano Ronaldo en el último Manchester United (24 de 58, el 41.38%), Anthony Modeste en el Köln (23 de 58, 41.82%), Raúl de Tomás en el Espanyol (14 de 40, 42.5%) y, como es habitual, Ciro Immobile en la Lazio (32 de 75, 42.67%). Pero al final hay que ver las cotas por las que luchó cada uno, y aquí es donde resalta la Champions League de Benzema.
Con el ‘9’ en el campo, el Real Madrid hizo 27 dianas en su camino hasta el título y 15 le corresponden a él. Es decir, más de la mitad (55.56%) fueron su responsabilidad, algo que solo hicieron Cristiano Ronaldo (6 de 11, 54.55%) y Sebástien Haller, en el ecuador exacto con 11 de 22. Lewandowski, el segundo máximo goleador de la última edición con 13 tantos, supuso el 41.94% de lo marcado por Bayern de Múnich (31) cuando participó. Aquí hay que incidir en esa importancia de Vinicius en el salto adelante del Real Madrid, que con la explosión anotadora del brasileño recuperó guarismos anteriores y pasó de aquellas 1.69 dianas por partido de la 20-21 a 2.13 en la 21-22.
En cuanto a resultados, los números también son gráficos. A partir de 2018, el Real Madrid ha ganado más en promedio con Benzema que sin él. Si convertimos todos los partidos (tanto de liga como de copas) a un sistema de tres puntos, los blancos promedian 2.1 en estos más de cuatro años con el delantero sobre el césped y 1.93 cuando ha estado fuera. Una diferencia más palpable en su 21-22, donde la diferencia fue de 2.35 frente a 1.7 sin Karim en el campo. De las nueve derrotas del equipo de Ancelotti, tres llegaron en los diez partidos que se perdió.
“Karim es probablemente el único ‘9’del mundo que no es egoísta. Su visión de juego es increíble y disfruta cuando puede jugar con completa libertad”. Son las palabras de José Mourinho, ex técnico del Real Madrid, acerca de su antiguo pupilo y la brutal transformación llevada a cabo en la fase final de su carrera. Amado y odiado a partes iguales por la afición blanca por su escasa puntería y su excesiva sangre fría en los inicios de su carrera, siempre existió la creencia de que el galo era un genio incomprendido que solo necesitaba algo más de temple. Los últimos cursos han ratificado esta teorización acerca de uno de los pocos ‘mediocentros de área’ que ha dejado la historia.
Pocos como el portugués para definir la metamorfosis de un jugador que arrancó su carrera en el Santiago Bernabéu casi sin sitio en el once. Higuaín contó con la confianza de Pellegrini y del propio Mourinho gracias a su mayor olfato de gol, pero enseguida resultó evidente que el fútbol de Karim Benzema casaba más con el del Real Madrid y su principal estrella del momento. “El mejor elogio que se le puede hacer a Karim es recordar que Cristiano amaba jugar con él. Que Cristiano se enamore de otro atacante significa que está haciendo mucho por él y Benzema hacía mucho por todos los que le rodeaban”, insistía Mourinho acerca del francés en ‘The Sun’ en 2021, cuando aún no había firmado su brutal campaña 2021-22 pero ya sonaba como serio aspirante al Balón de Oro.
La etapa de mayor éxito del futbolista francés en el Real Madrid arrancó en la 2015-16 y es el curso tomado como punto de partida para narrar la evolución de Karim Benzema en el terreno de juego tanto en LaLiga como en la Champions. Como gran parte de su carrera, hay que destacar que el galo tendió a caer mucho más hacia la banda izquierda que al resto del terreno de juego aquella campaña. En competición europea, pese al título ‘merengue’, no tuvo un protagonismo desmedido. Apenas pisó el área y se movió con mucha mayor frecuencia por la mediapunta. Al final, cuatro goles en nueve partidos y un rendimiento relativamente discreto que estuvo alejado de lo conseguido en el decorado nacional, donde acabó el curso con 24 goles en 27 partidos y mucha mayor relevancia tanto en el área rival como en la mediapunta, lugar desde el que también protagonizó siete asistencias a sus compañeros.
Benzema firmó unos números relativamente discretos en la temporada 2016-17. Apenas once goles y cinco asistencias en Liga, donde su mapa de calor revela un peso mucho menor del atacante galo en los éxitos del equipo. El Real Madrid se llevó el título en el campeonato nacional, aunque Karim no tuvo la trascendencia para el club blanco que sí ha ido ganando con el paso de los años. Fue un éxito coral, con muchos jugadores aportando, y en lo que a él respecta se dejó ver mucho menos por la mediapunta y apareció más por la banda izquierda. Fundamentalmente, su radio de acción volvió a estar en el área, donde, a falta de goles, trató de hacer jugar más y mejor a sus compañeros. En Champions League, el atacante galo participó más en el juego del equipo que en la 2015-16, a pesar de que tampoco finalizó con unos guarismos especialmente destacados (cinco goles y dos asistencias en 13 partidos).
La campaña 2017-18, última de Cristiano Ronaldo en el Real Madrid, estuvo marcada por una tendencia cada vez más acuciante del luso a abarcar la zona central del ataque. Este hecho cobró especial relevancia en la Champions League, donde el crack de Madeira firmó 15 goles en 13 partidos y fue referencia goleadora absoluta. Según revela el mapa de calor de dicha temporada en Europa, Karim abandonó frecuentemente su posición en el centro del ataque, apenas pisó área y su participación fue relativamente escasa, siempre partiendo desde el carril zurdo. El francés finalizó con cinco goles en nueve partidos en el panorama europeo y en Liga, competición en la que sí que tuvo bastante más presencia en el área, Benzema trabajó para otros. Al final, cinco goles y diez asistencias y un peso mayor en el ataque del equipo blanco del que había tenido en las campañas precedentes, aunque inferior al de las sucesivas.
Ya sin Cristiano Ronaldo, la 2018-19 acentuó la importancia de Benzema en los esquemas del Real Madrid. Por primera vez desde la 2015-16, Karim tuvo incursiones habituales en la parcela derecha del ataque, aunque mantuvo su predilección por arrancar y ocupar el área entrando desde el costado izquierdo. Los 21 goles y seis asistencias en 36 partidos confirman esta nueva versión total del lionés, que en Champions tardó más en aparecer: cuatro goles en ocho encuentros en los que, de nuevo, participó mucho más desde la mediapunta -en ambos costados- que en el área rival.
El Real Madrid reconquistó la Liga en la 2019-20 y lo hizo con la versión más completa hasta la fecha del futbolista galo. El mapa de calor del ‘9’ ‘merengue’ dibuja una total libertad en el frente de ataque del conjunto de Zidane y sus apariciones por la derecha pasaron de ser esporádicas a una constante. Benzema finalizó la temporada con 21 goles y ocho asistencias en 37 partidos. En la Champions League, cinco goles y dos asistencias en ocho partidos y un papel más preponderante que el de las dos temporadas precedentes, aunque aún lejano a la explosión de los últimos dos cursos. Pisó algo más el área rival en comparación con la 2018-19, pero su centro de acción se mantuvo en la mediapunta por la izquierda, donde Karim se siguió sintiendo como pez en el agua.
El paso adelante del futbolista francés quedó de manifiesto en una 2020-21 en la que tanto el mapa de calor de la Liga como el de la Champions empezaron a ser un calco. Benzema fue un puñal arrancando desde el centro o la izquierda del ataque blanco, pero tampoco dejó de aparecer por la derecha, una invariable en los años más exitosos de su carrera. Los 23 goles y nueve asistencias en 34 partidos de Liga confirmaron el papel preponderante en relación a la Champions, donde se quedó en seis tantos en nueve citas. No quedaba mucho margen de mejora, pero Karim se superó en el curso que le hizo acreedor del Balón de Oro. El galo estuvo omnipresente del centro del campo hacia adelante en ambas competiciones y replicó su radio de acción, si cabe con mayor importancia en relación a sus compañeros en la Champions, donde se echó el equipo a la espalda. Al final, 15 goles y dos asistencias en 12 partidos en el decorado europeo y 27 tantos y 12 pases de gol en 32 citas en el nacional en el camino inmaculado a ser el mejor del año.