Sergio Ramos y Franck Berrier tienen mucho en común. Ambos son veteranos. Ambos acumulan experiencia en su club. Ambos se centran más en defender que en atacar. Pero cuando tu equipo te necesita, no puedes tardar. Como hizo el camero en Lisboa, en Trondheim y en Barcelona, Berrier fue el héroe 'kustboy'.
Pongámonos en situación. El Ostende empezó con desventaja el 'play-off' por el título belga. Ya empató la pasada semana en Charleroi. Una derrota podría dejar muy tocado al cuadro entrenado por Yves Vanderhaeghe en sus aspiraciones al título.
Minuto 90. El Ostende perdía 0-1 ante la revelación de la temporada, el Zulte Waregem, con un gol de Dalsgaard. Los locales se vaciaban para conseguir el 1-1. Y ahí es donde aparece el bueno de Franck. El francés, con mucho esfuerzo, consiguió mandar el balón a la red del Zulte.
Para eso están los jugadores veteranos y experimentados. Para salir al rescate de su equipo. Y eso hizo Berrier, que ya era y ahora será todavía más un símbolo de la afición del Ostende.