Phillip Zinckernagel, además de ser uno de los talentos del sorprendente Bodo Glimt que da el salto a un gran país, es la culminación de una tendencia muy acusada en los últimos años: Inglaterra ha encontrado en el fútbol nórdico un caladero. Días después, aunque con menos foco, más de lo mismo tras la contratación de Ronnie Schwartz por el Charlton procedente del Midtjylland. Pero es significativo que un futbolista haya pasado de la fase de grupos de la Champions a la tercera categoría inglesa.
En concreto, la del nuevo delantero del Watford es la qiuncuagesimosegunda incorporación que hace el fútbol inglés del más norteño de europa. El 1 de enero de 2017, el Mansfield Town, de la League Two, se hizo con los servicios de Yoann Arquin, quien intentaba hacerse un nombre en el Syrianska FC sueco. Desde entonces, ha sido un no parar.
No hablamos solo de conjuntos menores. De esos 53 refuerzos, 18 fueron a parar a equipos de la Premier League. De hecho, el West Ham, con las incorporaciones de Frederik Alves, Haksabanovic y Samuelsen en un año, parece haberle cogido el pulso a esos mercados.
Desde el Championship, el segundo escalón, otros 18. El resto, a equipos de categorías inferiores: 8 de League One, 4 de League Two, 3 de la Premier League 2 (liga de filiales) y 2 de la National League.
En cuanto al país de procedencia, hablamos de una predominancia de Suecia (20) y Dinamarca (19). Diez vinieron desde Noruega y un par tanto de Islandia como de Finlandia.
Lo cierto es que ya hubo un amago, una avanzadilla, desde un par de años antes. No obstante, la mayoría de ellos eran jóvenes chicos que fueron a parar a filiales o a categorías inferiores. Hasta 41 futbolistas, entre 2016 y 2017, fueron creando ese clima previo. El Manchester City pareció ver ahí la posibilidad de pesca, puesto que en ese tramo incorporó, para su filial, a proyectos como Oduro, Donyoh, Nwakali, Faour o Nana Boateng.